El pasado sábado Costa Rica fue testigo presencial del espectáculo de una leyenda viviente de la música de todos los tiempos: Roger Waters, fundador y mente maestra de Pink Floyd, con su gira Us + Them, en la función dada en el Estadio Nacional.
A las 7:00 se apagaron luces, para ser acompañados por imágenes de una mujer sola en una playa vacía, como si estuviera aguardando esperanzada, en las enormes pantallas (de más de 70 metros de largo) en el fondo del escenario.
Así estuvo por poco más de 10 minutos, después iniciaron unos cantos tenues que fueron siendo acompañados, poco a poco por una música que se abría espacio hasta que algunos minutos luego las imágenes se volvieron rojizas y se desvanecieron, el inicio de una velada mágica… ¡nos Hablaba!
Entonces, en medio del envolvente sonido de Waters y su banda, se mostraron escenas del planeta Tierra, siendo recorrido por una esfera, que más adelante también recorrería el Estadio Nacional… El espectáculo de Roger Waters en Costa Rica se comenzó a… ¡Respirar!
Roger Waters – One of these Days (Us + Them Tour)
Waters estuvo vestido de negro, junto a su precisa banda de apoyo. Gran parte de la noche estuvo a cargo del bajo, aunque en algunas interpretaciones lo cedió para tocar la guitarra acústica y en ocasiones dedicarse por entero al micrófono.
Una amplificación nítida, con efectos sonoros que iniciaban en un sector del estadio y “se desplazaban” hacia otras zonas, incluyendo aviones y helicópteros que confundieron a muchos asistentes que buscaron en el cielo a “la fuente” de donde procedían…
Sorprendentes imágenes en las enormes pantallas y ambientaciones complementando los temas, que sumergieron en el mundo de Waters y Pink Floyd.
Roger Waters – The Happiest Days – Another Brick in the Wall (partes 2 y 3) en Costa Rica
La primera parte del concierto fue cerrada con la vistosa participación de “los chicos de San José” pertenecientes al coro del Oratorio don Bosco de Sor María Romero, en una interpretación que fue reconocida por el público con un intenso aplauso. Mensajes de resistencia y contenido político pasaron por pantallas durante el intermedio.
La planta de poder del “Animals” tomando el escenario, tras el receso, para la segunda parte de la función, incluyendo las chimeneas y a Algie (el cerdo inflable), que incluso se dio la vuelta por entre los asistentes ubicados en la gramilla.
Los juegos de luces siendo protagonistas, especialmente cuando dieron forma al prisma y los colores del Dark Side of the Moon…
La función terminó con un potente cierre, con juego de pólvora. La mujer en las pantallas del inicio siguió en la playa, aún esperando, pero esta vez una niña corrió a su sentido encuentro. La velada concluía a las 10:02 pm con una audiencia confortablemente aturdida por Roger Waters.
Roger Waters en Costa Rica
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